Aquí hay una comparación de rendimiento de las manijas de acero inoxidable con otros materiales comunes (cobre, aleación de aluminio, plástico):
1. Resistencia a la corrosión
Acero inoxidable: exhibe una resistencia de corrosión superior debido a su contenido de cromo (≥10.5%), formando una capa de óxido pasivo de autocuración. Ideal para entornos húmedos o químicamente agresivos (por ejemplo, baños, áreas costeras).
Cobre: naturalmente resistente a la corrosión pero propenso a la oxidación (empañado), que requiere pulir regularmente para mantener la estética. Uso limitado en áreas de alta humedad.
Aleación de aluminio: forma una capa delgada de óxido pero es menos duradero que el acero inoxidable en condiciones duras. Los recubrimientos anodizados mejoran la resistencia, pero pueden desgastarse con el tiempo.
Plástico: no corrosivo pero se degrada bajo exposición a los rayos UV y estrés mecánico, lo que lleva a la fragilidad.
2. Fuerza y durabilidad
Acero inoxidable: alta resistencia a la tracción (500–2,000 MPa dependiendo del grado) y resistencia a los rasguños. Resisten un gran uso sin deformación, lo que lo hace adecuado para áreas de alto tráfico.
Cobre: más suave y menos duradero que el acero inoxidable, propenso a la abolladura. A menudo utilizado para fines decorativos.
Aleación de aluminio: relación liviana pero más baja de resistencia / peso. Vulnerable a la flexión bajo cargas pesadas.
Plástico: baja integridad estructural; grietas o deformaciones bajo estrés prolongado. Limitado a aplicaciones de bajo impacto.
3. Peso e instalación
Acero inoxidable: más denso que el aluminio pero más ligero que el cobre. Requiere un montaje resistente debido a su peso, asegurando la estabilidad a largo plazo.
Cobre: más pesado entre los cuatro, aumentando el estrés de la puerta con el tiempo. Requiere bisagras reforzadas.
Aleación de aluminio: opción más ligera, fácil de instalar pero puede sentirse menos premium.
Plástico: extremadamente liviano pero propenso al aflojamiento o caída.
4. Mantenimiento y costo
Acero inoxidable: bajo mantenimiento (limpieza con detergente suave) y una larga vida útil justifica un costo inicial más alto.
Cobre: alto mantenimiento (pulido para prevenir pátina) y costoso costo de material.
Aleación de aluminio: asequible y de bajo mantenimiento pero menos duradero.
Plástico: más barato inicialmente, pero los reemplazos frecuentes aumentan los costos a largo plazo.