Conceptos erróneos sobre el mantenimiento del mango de acero inoxidable: ¡deje de usar lana de acero! El mantenimiento adecuado puede extender su vida por 5 años
2025,09,22
Manejo de acero inoxidable Conceptos erróneos de mantenimiento: ¡Deje de usar lana de acero! El mantenimiento adecuado puede extender su vida por 5 años
Las manijas de acero inoxidable en su hogar inevitablemente desarrollarán manchas y manchas de agua con el tiempo. Muchas personas simplemente recogen lana de acero para limpiarlos, sin saberlo, acelerando su envejecimiento. El acero inoxidable tiene una película de óxido de cromo en su superficie, que es su núcleo de "capa protectora" que resiste el óxido. Los cables afilados de la lana de acero pueden rayar directamente esta película, exponiendo el metal al aire y la humedad. Pronto aparecerán las manchas de óxido, y la superficie una vez brillante se volverá ruidosa.
Además de la lana de acero, estos errores de mantenimiento también deben evitarse: primero, el uso de ácidos fuertes o limpiadores alcalinos (como limpiadores de baño y desgrasadores fuertes) corroe la película de óxido, lo que hace que los manijas pierdan su brillo. En segundo lugar, dejar las manchas intactas durante mucho tiempo, especialmente la grasa en las manijas de la cocina y las manchas de agua en el baño, puede penetrar la superficie con el tiempo, dejando marcas obstinadas que son difíciles de eliminar.
Dominar los métodos de mantenimiento adecuados mantendrá las manijas de acero inoxidable como nuevos en los próximos años:
1. Limpieza diaria: use las herramientas correctas: use un paño blando (como una microfibra o un paño de algodón) con un detergente neutro (como jabón de plato diluido) y limpie suavemente para eliminar las manchas cotidianas mientras evita rasguños.
2. Secar rápidamente y evitar la acumulación de agua: después de limpiar o lavar las manos, limpie la superficie del mango con un paño seco, especialmente en las grietas, para evitar marcas de agua residuales y óxido.
3. Pule y renovan regularmente: una vez al mes, limpie la superficie del mango con un paño húmedo, luego frote suavemente con un paño seco bañado en una pequeña cantidad de aceite de cocina. Esto no solo eliminará los signos menores de oxidación, sino que también formará una película protectora para mantener el mango brillante.