¿Cómo elegir tiradores de acero inoxidable de buena calidad?
2025,10,09
La elección de tiradores de acero inoxidable de alta calidad depende de tres factores clave: material, artesanía y detalles. Seguir estos tres pasos asegurará que nunca te equivoques:
1. Priorice el material adecuado y evite vender productos inferiores como buenos.
Pregunte directamente al fabricante el modelo de material. Prefiera el acero inoxidable 304 (suficiente para el uso doméstico diario) o el acero inoxidable 316 (más resistente a ácidos y álcalis, adecuado para cocinas y baños). Evite el acero inoxidable 201 propenso a oxidarse. Identificación sencilla: utilice un imán para atraer suavemente el acero inoxidable 304/316. El acero inoxidable 304/316 tiene un magnetismo débil o nulo, mientras que el acero inoxidable 201 tiene un magnetismo más fuerte. (Esto es sólo como referencia preliminar; el método más confiable es consultar el informe de inspección del material).
2. Examine cuidadosamente la artesanía. Toque, inspeccione y agite el mango para determinar la calidad.
◦ Toque la superficie: los mangos de alta calidad tienen una superficie lisa y sin rebabas. Los mangos cepillados tienen una textura uniforme, mientras que los mangos de espejo tienen un reflejo consistente y no tienen rayones ni burbujas. Los mangos de baja calidad tienden a tener rebabas y al tacto son ásperos.
◦ Verifique las juntas: las soldaduras (como donde el mango se conecta a la base) deben ser suaves y sin costuras. Las soldaduras o espacios visibles indican que pueden aflojarse con el tiempo y albergar suciedad.
◦ Estabilidad ante las sacudidas: después de la instalación (o agite suavemente una muestra durante la compra), el mango no debe sentirse flojo ni tambaleante. Un espesor de base suficiente (recomendado ≥1,5 mm) garantiza un rendimiento de carga óptimo.
3. Preste atención a los accesorios; Los detalles influyen en la durabilidad.
No pase por alto los tornillos utilizados para la conexión. Los mangos de alta calidad utilizan tornillos de acero inoxidable (en lugar de tornillos de hierro) para evitar que se oxiden y se atasquen después de un uso prolongado, lo que hace imposible quitarlos o reemplazarlos.